Tipping Point | Day Six – Week Two
READ:
Habakkuk 2:4 | Romans 1:16-17 | Hebrews 10:37-39
THINK ON THIS:
In Habakkuk 2:4, two types of people are mentioned: one who is self-righteous and one who is made righteous by faith. Throughout history and even now, people rely on themselves to be called righteous. By relying upon their own works and actions, they become “puffed up.” This can even be seen among Christians today when we rely upon who we are and what we do to feel righteous without looking to God. When we have faith that God alone can make us righteous, we can be declared righteous.
Salvation is the greatest gift granted to mankind. We can have eternal life through God sending His Son to die for our sins. This is completely outside of any work that we could do ourselves. For us to have the salvation that God allowed, it requires us to have faith. Not faith in self, but faith in God’s work, which leads to God calling us righteous (Romans 1:17). The gift of salvation being brought to a people shows us that it is nothing we can do that makes us better, but it is the work of Christ alone in us that we can be declared righteous before God.
REFLECT:
Christ was sent so that we can know righteousness by faith in His work in our lives. Today, focus on Christ’s work in your life and see we are to celebrate our salvation (Romans 1:16). With that mindset of celebration, let another person (family, friend, co-worker) know about the salvation you celebrate through Christ.
Punto de Quiebre | Día Seis – Semana Dos
LEER:
Habacuc 2:4 | Romanos 1:16-17 | Hebreos 10:37-39
PIENSA EN ESTO:
En Habacuc 2:4, se mencionan dos tipos de personas: uno que es moralista y otro que es justificado por la fe. A lo largo de la historia e incluso ahora, las personas confían en sí mismas para ser consideradas justas. Al confiar en sus propias obras y acciones, se “envanecen”. Esto se puede ver incluso entre los cristianos de hoy cuando confiamos en quiénes somos y qué hacemos para sentirnos justos sin mirar a Dios. Cuando tenemos fe en que sólo Dios puede hacernos justos, podemos ser declarados justos.
La salvación es el mayor regalo concedido a la humanidad. Podemos tener vida eterna si Dios envía a su Hijo a morir por nuestros pecados. Esto está completamente fuera de cualquier trabajo que podamos hacer nosotros mismos. Para que tengamos la salvación que Dios permitió, se requiere que tengamos fe. No fe en uno mismo, sino fe en la obra de Dios, que lleva a que Dios nos llame justos (Romanos 1:17). El regalo de la salvación que se trae a un pueblo nos muestra que no es nada de lo que podamos hacer lo que nos hace mejores, sino que es sólo la obra de Cristo en nosotros que podemos ser declarados justos ante Dios.
REFLEJA:
Cristo fue enviado para que podamos conocer la justicia por la fe en Su obra en nuestras vidas. Hoy, concéntrate en la obra de Cristo en tu vida y observa que debemos celebrar nuestra salvación (Romanos 1:16). Con esa mentalidad de celebración, deja que otra persona (familiar, amigo, compañero de trabajo) sepa acerca de la salvación que celebras a través de Cristo.