Jonah Day Seven | Week Three
By Pastor Caleb Epperson
Then the word of the Lord came to Jonah a second time: “Go to the great city of Nineveh and proclaim to it the message I give you.” Jonah 3:1-2 (NIV)
In this scripture, we read the words second time. God gave Jonah a second time or chance to proclaim the message He had given him. In chapter one, God called Jonah to go preach and Jonah rejected the calling leading him to spend time in the belly of a great fish. This time around God is calling Jonah to go and proclaim a specific message.
We serve a great gracious God and savior, who gives us second chances when we sin or make mistakes. There are many times when we may feel that we messed up so big that there is no way God could use us. Perhaps we have also believed the lie that there is no way God still loves us. God’s love for us is not conditional. God’s love is not based on our performance but is unconditional. It is God’s heart and desire that we trust and obey Him with our whole life. Our lives are a testimony that God can take us, our mistakes, to be a light into this world that needs to hear and experience the truth and forgiveness of Jesus.
Reflect
- Think about a time when God gave you a second chance to fulfill a call you initially walked away from.
- What was the outcome when you accepted what God had called you to do?
Jonás Día Siete | Semana Tres
Por El Pastor Caleb Epperson
La palabra del Señor vino por segunda vez a Jonás: “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar.” Jonás 3:1-2
En esta escritura, leemos las palabras por segunda vez. Dios le dio a Jonás una segunda oportunidad para proclamar el mensaje que le había dado. En el capítulo uno, Dios llamó a Jonás para ir a predicar y Jonás rechazó el llamado y lo llevó a pasar un tiempo en el vientre de un gran pez. Esta vez, Dios está llamando a Jonás para que vaya y proclame un mensaje específico. Servimos a un gran Dios misericordioso y salvador, que nos da segundas oportunidades cuando pecamos o cometemos errores. Hay muchas ocasiones en las que podemos sentir que nos equivocamos tanto que no hay forma de que Dios pueda usarnos. Quizás también hemos creído la mentira de que no hay forma de que Dios todavía nos ame. El amor de Dios por nosotros no es condicional. El amor de Dios no se basa en nuestro desempeño, sino que es incondicional. Es el corazón y los deseos de Dios que confiemos y le obedezcamos con toda nuestra vida. Nuestras vidas son un testimonio de que Dios puede tomarnos, nuestros errores, para ser una luz en este mundo que necesita escuchar y experimentar la verdad y el perdón de Jesús.
Reflexión
- Piense en un momento en que Dios le dio una segunda oportunidad para cumplir con un llamado del que inicialmente se alejó.
- ¿Cuál fue el resultado cuando aceptaste lo que Dios te había llamado a hacer?