Daily Devotionals


Jonah Day Eleven | Week Four

By Pastor Yayo Espinosa

 

But it displeased Jonah exceedingly, and he was angry. And he prayed to the Lord and said, “O Lord, is not this what I said when I was yet in my country? That is why I made haste to flee to Tarshish; for I knew that you are a gracious God and merciful, slow to anger and abounding in steadfast love, and relenting from disaster. Therefore now, O Lord, please take my life from me, for it is better for me to die than to live.” And the Lord said, “Do you do well to be angry?” Jonah 4:1-5 NIV

We can’t run away from God. Despite our stubbornness, He will achieve His purposes through us. The Bible (Ephesians 2:10) tells us that He has plans for us and will ensure that we follow them. How much easier it would be if we, like Jonah, submitted to Him right away!

God’s love is seen in His openness to everybody, regardless of our reputation, nationality, or race. The Gospel’s free gift is for all people at all times. As Christians, our mission is to be the method by which God informs the world about God’s the offer of salvation, and to delight in the redemption of others. This is an experience God wants us to have with Him, not to be jealous of or angry at individuals who come to Christ in “last-minute conversions” or under circumstances that are different from our own.

Like the story of Jonah, God regularly shows kindness toward sinners, but not so that we can remain in our sin. God extends His kindness to lead us into repentance from our sin (Rom. 2:4). Sin is sinister. We are prone to wander into self-centeredness, sometimes to the point of viewing God’s blessing to others with anger, like Jonah. The grace of God knows no boundaries and no matter how hard we try, we cannot control His compassion for others. Rather, God extends His kindness to us to provide us with the opportunity to pursue repentance. Even more, He is willing to answer certain prayers with a “no” to keep us from further harm to ourselves.

Reflection:

  • How does bitterness cause us to misunderstand God’s compassion for all people?
  • What circumstances has God used in your life to reveal your true view of His character?
    How has He graciously intervened to surface the disconnect between what you claim to believe and what your actions communicate?

 
 
 

Jonás Día Once | Semana Cuatro

 

Por El Pastor Yayo Espinosa

 

Pero esto disgustó mucho a Jonás, y lo hizo enfurecerse. Así que oró al Señor de esta manera: ¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes. Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo! ¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —le respondió el Señor. Jonás salió y acampó al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver qué iba a suceder con la ciudad. Jonás 4:1-5

No podemos huir de Dios. A pesar de nuestra terquedad, Él logrará Sus propósitos a través de nosotros. (Efesios 2:10) nos dice que Él tiene planes para nosotros y se asegurará de que los sigamos. ¡Cuán fácil sería si nosotros, como Jonás, nos sometiéramos a Él de inmediato!

El amor de Dios se ve en Su apertura a todos, sin importar nuestra reputación, nacionalidad o raza. El regalo gratuito del Evangelio es para todas las personas en todo momento. Como cristianos, nuestra misión es ser el método por el cual Dios informa al mundo acerca de la oferta y deleitarse en la redención de los demás. Esta es una experiencia que Dios quiere que tengamos con Él, no que estemos celosos o enojados con las personas que vienen a Cristo en “conversiones de último minuto” o bajo circunstancias que son diferentes a las nuestras.

Como la historia de Jonás, Dios regularmente muestra bondad hacia los pecadores, pero no para que podamos permanecer en nuestro pecado. Dios extiende Su bondad para guiarnos al arrepentimiento de nuestro pecado (Romanos 2:4). El pecado es siniestro. Somos propensos a desviarnos hacia el egocentrismo, a veces hasta el punto de ver con ira la bendición de Dios para los demás, como Jonás. La gracia de Dios no conoce fronteras y no importa cuánto lo intentemos, no podemos controlar Su compasión por los demás. Más bien, Dios nos extiende Su bondad para brindarnos la oportunidad de buscar el arrepentimiento. Aún más, Él está dispuesto a contestar ciertas oraciones con un “no” para evitar que nos hagamos más daño a nosotros mismos.

Reflexión:

  • ¿Cómo es que la amargura nos hace malinterpretar la compasión de Dios por todas las personas?
  • ¿Qué circunstancias ha usado Dios en tu vida para revelar tu verdadera visión de Su carácter?
    ¿Cómo ha intervenido Él en su gracia para sacar a la superficie la desconexión entre lo que dices creer y lo que comunican tus acciones?