Daily Devotionals


Jonah Day Ten | Week Four

By Pastor Yayo Espinosa

 

But it displeased Jonah exceedingly, and he was angry. And he prayed to the Lord and said, “O Lord, is not this what I said when I was yet in my country? That is why I made haste to flee to Tarshish; for I knew that you are a gracious God and merciful, slow to anger and abounding in steadfast love, and relenting from disaster. Therefore now, O Lord, please take my life from me, for it is better for me to die than to live.” And the Lord said, “Do you do well to be angry?” Jonah 4:1-5 NIV

As we’ve seen throughout this series, God is at work in the heart of Jonah. Despite his many experiences of grace, Jonah continues to walk in bitterness and desires destruction for his enemies rather than repentance. He keeps going against the current. When we take an honest inventory of our own lives, we find that we struggle with the same tendency today. We often desire God’s gifts for ourselves while hoping He refrains from giving them to others, especially those we dislike.

At this point, Jonah has completed the task God set before him, though resentfully. Even more, it was a huge success. Nineveh heard the word of God and responded rightly. Both God’s response and Jonah’s give us insight into the character of their hearts.

Reflection:

  • Have you ever felt angry when something good happened to a person you don’t like? (Envy at a co-worker’s promotion, desiring praise someone else receives, wishing you owned something a friend has, etc.)
  • What does it reveal about our priorities when we grow angry at the blessings others receive?

 
 
 

Jonás Día Diez | Semana Cuatro

 

Por El Pastor Yayo Espinosa

 

Pero esto disgustó mucho a Jonás, y lo hizo enfurecerse. Así que oró al Señor de esta manera: ¡Oh Señor! ¿No era esto lo que yo decía cuando todavía estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, pues bien sabía que tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor, que cambias de parecer y no destruyes. Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo! ¿Tienes razón de enfurecerte tanto? —le respondió el Señor. Jonás salió y acampó al este de la ciudad. Allí hizo una enramada y se sentó bajo su sombra para ver qué iba a suceder con la ciudad. Jonás 4:1-5

Como hemos visto a lo largo de esta serie, Dios está obrando en el corazón de Jonás. A pesar de sus muchas experiencias de gracia, Jonás continúa caminando en amargura y desea la destrucción de sus enemigos en lugar del arrepentimiento. Sigue yendo contra la corriente. Cuando hacemos un inventario honesto de nuestras propias vidas, encontramos que hoy luchamos con la misma tendencia. A menudo deseamos los dones de Dios para nosotros mientras esperamos que Él se abstenga de dárselos a otros, especialmente a aquellos que no nos agradan.

En este punto, Jonás ha completado la tarea que Dios le encomendó, aunque con resentimiento. Más aún, fue un gran éxito. Nínive escuchó la palabra de Dios y respondió correctamente. Tanto la respuesta de Dios como la de Jonás nos dan una idea del carácter de sus corazones.

Reflexión:

  • ¿Alguna vez te has sentido enojado cuando algo bueno le pasó a una persona que no te agrada? (Envidia por el ascenso de un compañero de trabajo, desear reconocimiento que recibe otra persona, desear tener algo que tiene un amigo, etc.)
  • ¿Qué revela acerca de nuestras prioridades cuando nos enojamos por las bendiciones que otros reciben?