READ:

Habakkuk 1:8-14 | Lamentations 3:37-43 | Hebrews 12:4-13

THINK ON THIS:

We have all done it. We have all made decisions that have brought consequences greater than we had wished or even expected. We think we can slide by and not be noticed—but then the “shoe drops.” We quickly make excuses, point fingers at others, and justify our actions (even when we know we are wrong).

As we conclude chapter one of Habakkuk, we are being provided with valuable insights into the prophet’s interpretation of God’s response to the emergence of the Babylonians against Judah. Though Habakkuk does answer why a more treacherous and brutal nation will overwhelm and bring judgment on Judah, he begins to see the judgment as a natural consequence of the sins of Judah.

As the writer of Hebrews remarks, none of us see discipline as pleasant (Heb. 12:11). No discipline, by definition, should be uncomfortable so that growth and change will occur. Our God, our heavenly Father, in love, disciplines his children. Often, that discipline is the full experience of the consequences of our own actions. This often is the fullest of love expressed, being allowed to experience the reality of our choices.

APPLY:

• Are you in the midst of a time of discipline? A season, where your actions are bringing about natural consequences. Rather than viewing the consequences as punishment for punishment’s sake, recognize these as discipline from a Father that wants more for you!
• Make a list of at least three new behaviors or thought processes in the area(s) of your life that are bringing, or will bring about, negative consequences. Begin making those changes today.

 
 

Punto de Quiebre | Día Tres – Semana Uno

 

LEER:

Habacuc 1:8-14 | Lamentaciones 3:37-43 | Hebreos 12:4-13

PIENSA EN ESTO:

Todos lo hemos hecho. Todos hemos tomado decisiones que han traído consecuencias mayores de las que habíamos deseado o incluso esperado. Pensamos que podemos escóndelo y pensar como si nada ha pasado, pero entonces “sale a la luz”. Rápidamente ponemos excusas, señalamos a los demás y justificamos nuestras acciones (incluso cuando sabemos que estamos equivocados).

Al concluir el capítulo uno de Habacuc, se nos proporciona información valiosa sobre la interpretación que hizo el profeta de la respuesta de Dios al surgimiento de los babilonios contra Judá. Aunque Habacuc responde por qué una nación más traicionera y brutal abrumará y juzgará a Judá, comienza a ver el juicio como una consecuencia natural de los pecados de Judá.

Como señala el escritor de Hebreos, ninguno de nosotros considera placentera la disciplina (Heb. 12:11). Ninguna disciplina, por definición, debería ser incómoda para que se produzca crecimiento y cambio. Nuestro Dios, nuestro Padre celestial, en amor, disciplina a sus hijos. A menudo, esa disciplina es la experiencia plena de las consecuencias de nuestras propias acciones. Esta es a menudo la expresión más plena del amor: poder experimentar la realidad de nuestras desiciones.

APPLICACIÓN:

• ¿Estás en medio de un tiempo de disciplina? Una temporada en la que tus acciones traen consecuencias naturales. En lugar de ver las consecuencias como castigo por el castigo mismo, reconócelas como disciplina de un Padre que quiere más para ti.
• Haga una lista de al menos tres nuevos comportamientos o procesos de pensamiento en las áreas de su vida que están trayendo o traerán consecuencias negativas. Comience a hacer esos cambios hoy.