READ:

Habakkuk 2:2-3 | Psalm 27:14

THINK ON THIS:

Impatience can be a normal human response to many situations in our lives. Who has ever sat in I-95 standstill traffic thinking, “Wow, I’m glad I have this time to be stopped on an interstate and I hope it lasts longer!” We want things to happen on our timetable, not waiting on others. While patience is not a natural response to the things we want to happen immediately, it is exactly what God requires from us.

Habakkuk was praying for God to answer his prayer to help God’s people who were in captivity. So, what was God’s response to his prayer? Wait. (Hab. 2:2-3) Habakkuk was to write the vision down so everyone could read it and know that God going to respond on His timetable, so they must wait. The people prayed for God to work and now had to wait for Him. They lived in between the time of their prayer and God’s work.

God’s response to Habakkuk was written down so that we can now read it, too. When we live between the times of prayer and God’s response, we become impatient. We can even begin to lose heart and become discouraged. But that is exactly the opposite of what our waiting is supposed to do (Psalm 27:14). When we live between the times, waiting on God, our faith and trust in God grows the most. For that reason, we must wait with reliance on God, knowing He will not delay on HIS timetable.

REFLECT:

God wants us to take strength in Him during times of waiting. What is a situation in your life that you are waiting to happen? How can you use this time of waiting to build your faith and trust in God?

 
 

Punto de Quiebre | Día Cuatro – Semana Dos

 

LEER:

Habacuc 2:2-3 | Salmo 27:14

PIENSA EN ESTO:

La impaciencia puede ser una respuesta humana normal a muchas situaciones de nuestras vidas. ¿Quién se ha sentado alguna vez en el tráfico de la I-95 pensando: “¡Vaya, me alegro de tener este tiempo en el tráfico y espero que dure más!” Queremos que las cosas sucedan según a nuestra línea de tiempo, no esperando a los demás. Si bien la paciencia no es una respuesta natural a las cosas que queremos que sucedan de inmediato, es exactamente lo que Dios requiere de nosotros.

Habacuc estaba orando para que Dios respondiera su oración de ayudar al pueblo de Dios que estaba en cautiverio. Entonces, ¿cuál fue la respuesta de Dios a su oración? Esperar. (Hab. 2:2-3) Habacuc debía escribir la visión para que todos pudieran leerla y saber que Dios iba a responder según su calendario, por lo que debían esperar. El pueblo oró para que Dios obrara y ahora tenía que esperarlo. Vivían entre el tiempo de su oración y la obra de Dios.

La respuesta de Dios a Habacuc fue escrita para que ahora nosotros también podamos leerla. Cuando vivimos entre los momentos de oración y la respuesta de Dios, nos impacientamos. Incluso podemos comenzar a desespéranos y desanimarnos. Pero eso es exactamente lo contrario de lo que se supone que debe hacer nuestra espera (Salmo 27:14). Cuando vivimos entre tiempos, esperando en Dios, nuestra fe y confianza en Dios crece más. Por esa razón, debemos esperar confiando en Dios, sabiendo que Él no retrasará SU tiempo de línea.

REFLEJA:

Dios quiere que tomemos fuerza en Él durante los tiempos de espera. ¿Cuál es una situación en tu vida que estás esperando que suceda? ¿Cómo puedes utilizar este tiempo de espera para fortalecer tu fe y confianza en Dios?